Una vez logrado el botín pensamos en que sería interesante seguir el rastro de Doña Jimena hasta su última morada en el Monasterio de San Andrés de Espinareda, donde pensamos encontrar un lugar habitado donde quizás un o una guía turística nos mostrara la tumba de la dama y nos relatara sus andanzas y aventuras, una disculpa para ir a algún lado.
En su lugar nos encontramos con un edificio cerrado a cal y canto con las ventanas rotas y en el que resonaban los ladridos de un perro en su interior.
Solo pudimos rodearlo y deprimirnos al ver a su su lado un colegio abandonado...
Mala señal cuando se abandonan los colegios, ojalá sea porque se abrió uno nuevo.
Un par de fotos a la fuente (muy posterior.. del escudo me ocuparé luego) y a la estatuilla del supuesto jardín y poco mas.
Un poco defraudados nos fuimos a ver el puente romano y a comer un helado que la tarde lo pedía a gritos.
Por cierto, que los restos de doña Jimena se hallan sepultados en algún lugar sin identificar dentro del monasterio, en el màs completo anonimato, sin ningún rastro identificativo del lugar concreto; la lápida sepulcral se encuentra en el Museo Arqueológico de León. Ningún rastro identificativo de su enterramiento, por lo que lo que puede ser tan solo una leyenda; bien estaría que los empresarios con intereses turísticos en la zona, si los hay, prestaran mas atención a estas cosas.
- Hace un año abordé el caso de la cesta de las manzanas.
- Hace dos recordé el día en el que se rompió la presa y un vídeo que ya no está, así que olvídalo.
- Hace tres encontré un cartel a la gallega y de tanto gritar no a la violencia de género me dio por pensar que los extraterrestres me la tienen jurada.
Leyendo este apunte me he dado cuenta de la suerte que tienen estos piratas con los progenitores que les tocaron en suerte. A parte de conocer su entorno de una forma divertida, tienen la ocasión de conocer su historia.
ResponderEliminarNo cambien ustedes nunca, algún día ellos se lo agradecerán.
Abrazo.
Qué lástima que no hayas encontrado rastros de doña Jimena pero las fotos son espectaculares y nos llevan de súbito a una época de esplendor. Gracias por compartírnoslo. Un abrazo
ResponderEliminarPor cierto, que me saltaba las cántigas, muy interesante.
ResponderEliminarUna tarde de leyenda amigo, llena de historia y orígenes de España.
ResponderEliminarUn abrazo.
@fermin Para serte sincero Fermín, el anzuelo fue que luego nos pasaríamos por un centro comercial a cenar una hamburguesa.... es triste reconocerlo pero es así, ja, ja.
ResponderEliminar@El Drac Gracias maestro, a ti y a Senovilla deciros que siento no tener la sentido necesario para entender el verso, no es lo mío y bien que lo siento.
ResponderEliminar@Senovilla Es lo bonito de la vida, estos paseos y ver jugar a tus hijos.
ResponderEliminarPues, a pesar de la promesa de hamburguesa, yo estoy con Fermín.
ResponderEliminarBuena semana para toda la fámili, prenda.
Hola Logio, eso si es un pisito, mientras tengas quien lo mantenga.
ResponderEliminarLástima que este lugar este en desuso porque se podria disfrutar de él y mantener la historia y la cultura viva.
Un abrazo
Te lo has currado bien, amigo.
ResponderEliminarUn saludo.
con o sin hamburguesa es una gran manera de airear cachorros ;))
ResponderEliminarlo del convento es una pena penita. Suscribo tu ultima frase.
@Abi E. El pisito era el castillo de Cornatel, según wikipedia porque la tarde que fuimos a sabotear a los queridos piratas estaba en la torre nada mas y nada menos que el alcalde y preguntado por la cuestión alegó no saber nada de la dicha Doña Jimena... si del Conde de Lemos.
ResponderEliminar@Amio Cajander Aireados y hasta un poco mareados diría yo.
ResponderEliminarSi vieras lo triste que sonaba el perro ladrando sin demasiadas ganas dentro del pedado edificio (seguro que todo para él) Para qui que lo que quería era salir a jugar con los niños.
Pues ya siento tener que decírtelo pero los empresarios turísticos Dª Jimena se la trae al pairo mientras no consigan una comisión de las ventas de las entradas al "pisito". Hazme caso, sé de lo que hablo.
ResponderEliminarEvidiable tu excusión.
Besucos.
@Anjanuca Pues no debería traérsela ya que nosotros fuimos ahí, donde no se nos había perdido nada, a cuenta de la tal doña Jimena e hicimos una pequeña consumición que no la hubiéramos hecho de no haber sido por ella... y es aquello de tacita a tacita.
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