Tienen edades entre los 7 y 11 años de edad y son llamados “los niños del cable” porque para llegar a su escuela tienen que descender por un cable de acero de 800 metros de largo, a una altura de 200 metros, solo con la ayuda de unas desgastadas poleas y unas improvisadas y poco resistentes cuerdas. El vertiginoso descenso dura entre 30 y 40 segundos y al llegar al final del cable frenan con una horqueta de palo. Para regresar a casa después de clases deben subir un cerro y volver por otro cable que los lleva de nuevo al puente, desafiando de nuevo a una suerte que parecen no tener pero que les acompaña cada mañana en el cable.
Aun tengo la piel erizada de ver esto. Y pensar que a mi me da miedo ir a Coruña conduciendo por que tengo que pasar los viaductos de la carretera. La próxima vez que tenga que ir pensare en los niños del cable. Creo que no me voy a olvidar de ellos en mi vida.
Es verdad, ya había visto este vídeo en algún otro sitio. Es que es verlo y dar ganas de empezar a dar ostias a los gandules que hay por ahí... perdón por esta agresividad descontrolada pero es que mi negocio está justo en frente de los institutos de mi ciudad... algunos con tanto y otros con tan poco... Abrazos!
Realmente muy triste. Como dice Http 501, se le ve seguros porque no conocen otra forma. Te acuerdas de la entrada que hice hace un año sobre "El peligroso camino del colegio" http://elbauldejosete.wordpress.com/2008/07/19/el-peligroso-camino-del-colegio/
Hace no mucho en uno de los canales de TV pusieron un documental sobre los niños del cable. Es increíble la cantidad de kilómetros que estos niños hacen cada día, a través de peligrosos senderos en medio de la selva y sorteando estos accidentes geológicos mediante este sistema de poleas y cables.
En verdad, hay infancias que son historias conmovedoras y ejemplares.
Comparto mucha de las opiniones de los colegas. Debemos de aprovechar lo que tenemos en nuestros pueblos. Muchas veces nos quejamos y no miramos todo lo que tenemos a nuestro alrededor.
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Y agradecidos de tener un colegio donde ir.
ResponderEliminarSaludos Cordiales.
Aun tengo la piel erizada de ver esto. Y pensar que a mi me da miedo ir a Coruña conduciendo por que tengo que pasar los viaductos de la carretera. La próxima vez que tenga que ir pensare en los niños del cable. Creo que no me voy a olvidar de ellos en mi vida.
ResponderEliminarEulogio, pocas veces una entrada me ha conmovido tanto como esta. Sin duda que esta figurará entre mis favoritas para siempre.
ResponderEliminarQue heavy...
ResponderEliminary sin embargo se les ve tan seguros.
Es verdad, ya había visto este vídeo en algún otro sitio. Es que es verlo y dar ganas de empezar a dar ostias a los gandules que hay por ahí... perdón por esta agresividad descontrolada pero es que mi negocio está justo en frente de los institutos de mi ciudad... algunos con tanto y otros con tan poco...
ResponderEliminarAbrazos!
Realmente muy triste.
ResponderEliminarComo dice Http 501, se le ve seguros porque no conocen otra forma.
Te acuerdas de la entrada que hice hace un año sobre "El peligroso camino del colegio"
http://elbauldejosete.wordpress.com/2008/07/19/el-peligroso-camino-del-colegio/
Ahora que lo dices Jose...
ResponderEliminarVoy a poner un enlace en la entrada.
Un saludo a todos.
Fantastica entrada...y tremnenda a la vez...y estos se quejan por que llevan la mochila a cuesta...ay que joderse...en fin la vida...
ResponderEliminarExtraordinario el vídeo y la entrada.. Muchos jóvenes deberían ver esto.. Un saludo
ResponderEliminarImpresionante el vídeo, a veces no nos damos cuenta de la suerte que tenemos.
ResponderEliminarHace no mucho en uno de los canales de TV pusieron un documental sobre los niños del cable. Es increíble la cantidad de kilómetros que estos niños hacen cada día, a través de peligrosos senderos en medio de la selva y sorteando estos accidentes geológicos mediante este sistema de poleas y cables.
ResponderEliminarEn verdad, hay infancias que son historias conmovedoras y ejemplares.
Un abrazo.
No veas el nudo en el estómago que se me a hecho.
ResponderEliminarY la niña que confiaba más en sus cuerdas que en en arnés, madre de Diós.
Un saludo.
Ver para creer. Impresionante documento.
ResponderEliminarY nosotros que tomamos toda clase de medidas.
Me he quedado sin palabras.
Un abrazo
impresionante,deberiamos de pensar en lo q tenemos y no quejarnos tanto
ResponderEliminarPor eso yo no entiendo la deserción escolar en España.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Logio.
ResponderEliminarComparto mucha de las opiniones de los colegas. Debemos de aprovechar lo que tenemos en nuestros pueblos. Muchas veces nos quejamos y no miramos todo lo que tenemos a nuestro alrededor.
¡Saludos!.
¿Cómo regresan del cole a casa?
ResponderEliminar¿Dónde viven esos niños?
que niños más educados y sanotes! Lo que más me sorprende es la naturalidad con que ven pasar por el cablecito en cuestión. Llegarán lejos.
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