En la basílica está enterrado San Pedro, el primer Papa según las investigaciones realizadas por la arqueóloga y epigrafista Margherita Guarducci en 1965.
San Pedro se convirtió rápidamente en uno de los lugares preferidos por los romanos, quienes ya antes del fin del imperio, en el año 476, empezaron a asentarse en la zona, donde aprovecharon los antiguos y gloriosos restos del imperio romano. Los fieles acudían a San Pedro para venerar las sagradas reliquias guardadas en el templo: el cuerpo del apóstol, el de su hija Petronila y los restos mortales de algunos de sus discípulos, un fragmento de la cruz y, sobre todo, la célebre Verónica, el velo donde quedó grabado el rostro de Jesús.
Mira que bien explicado está aqui:
Foto: Guiaderoma.com
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