En el velorio de Isaac, Milagros se acercó y al oído este verso le ofreció:
Querido Isaac:
si al cielo vas, que uno irás...
y ves a mi Blas,
que no lo verás...
pero por si lo ves,
dile que la fazoña apareció
detrás de arcoña.
El motivo del verso hay que buscarlo poco tiempo atrás cuando Blas llegó a casa del trabajo y puso la hoz encima del arcón.... Milagros, mujer celosa donde las hubiera o hubiese, abrió el arcón con tan mala suerte que la hoz cayó entre este y la pared.
Al día siguiente Blas no recordaba donde la había puesto y Milagros desconfió que la había dejado en la casa de Teresa, su amante, iniciando una acalorada discusión con el bueno de Blas, discusión que llevó a este a sufrir un infarto que le dio el pasaporte para el cielo de los justos.
- Hace un año algo de música (Sweet home Alabama).
- Hace dos no publiqué.
- Hace tres: Mapa de la memoria histórica. En busca del Rey Arturo y Los tres estados del hombre.
Pobre Blas. No hay nada peor que la desconfianza
ResponderEliminar@fermin Si hay algo peor, cometer una injusticia que luego no se pueda reparar.
ResponderEliminarPero a río revuelto ganancia de pescadores y de la desdicha de Blas alguien se alegrará como yo en este caso.
ResponderEliminarBueno pero la desconfianza no viene de la nada; algo habrá hecho Blas para que milagro desconfíe de él, mala suerte que se tuvo que moriri. Un abrazo
ResponderEliminar@El Drac Hasta que no se demuestre lo contrario se mantiene la presunción de inocencia y a los hechos me remito.
ResponderEliminarY la mala conciencia hizo que le diera el recado al difunto Isaac....ayyy los celos
ResponderEliminarBuen domingo